ARTRITIS
La artritis es una enfermedad que engloba más de 100 tipos diferentes de condiciones inflamatorias de las articulaciones y estructuras circundantes. Las formas más comunes de artritis incluyen la osteoartritis, la artritis reumatoide y la artritis psoriásica.
Características de la Artritis:
- Inflamación articular: La artritis se caracteriza por la inflamación de una o más articulaciones, lo que puede provocar dolor, hinchazón y rigidez.
- Dolor articular: El dolor articular puede variar desde leve a severo, y generalmente empeora con la actividad y mejora con el reposo.
- Rigidez: Puede haber rigidez matutina prolongada en las articulaciones afectadas, lo que dificulta los movimientos al despertar o después de períodos de inactividad.
- Deformidad articular: En formas más avanzadas, la artritis puede causar deformidades articulares, limitando aún más la movilidad y la función.
EL TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO
para la artrosis y la artritis se centra en reducir el dolor, mejorar la función articular y muscular, y promover la calidad de vida del paciente. Aunque la artrosis y la artritis son condiciones distintas, comparten enfoques similares en cuanto al tratamiento fisioterapéutico debido a sus síntomas comunes de dolor articular y limitación de la movilidad.
- Educación y manejo de la actividad:
- Educación sobre la enfermedad: Explicación sobre la naturaleza de la artrosis o artritis, factores desencadenantes y estrategias para manejar los síntomas.
- Manejo de la actividad diaria: Consejos sobre técnicas adecuadas de movimiento y postura para evitar sobrecargar las articulaciones afectadas.
- Ejercicio terapéutico:
- Ejercicios de fortalecimiento muscular: Para fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones afectadas, proporcionando soporte adicional y estabilidad.
- Ejercicios de estiramiento y flexibilidad: Para mejorar la flexibilidad de los músculos y tejidos blandos, ayudando a mantener o mejorar el rango de movimiento articular.
- Ejercicios aeróbicos de bajo impacto: Actividades como caminar, nadar o montar en bicicleta que mejoran la salud cardiovascular sin ejercer demasiada presión sobre las articulaciones.
- Terapia manual y técnicas de movilización:
- Movilización articular: Técnicas manuales suaves para mejorar la movilidad de las articulaciones y reducir la rigidez.
- Técnicas de liberación miofascial: Para liberar tensiones en los músculos y tejidos blandos que pueden contribuir al dolor y la restricción articular.
- Modalidades físicas:
- Terapia con calor o frío: Aplicación de calor para relajar los músculos y reducir la rigidez, o aplicación de frío para reducir la inflamación y el dolor.
- Electroterapia: TENS (estimulación eléctrica nerviosa transcutánea), ultrasonido u otras formas de electroterapia para aliviar el dolor y mejorar la circulación en la zona afectada.
- Adaptaciones y dispositivos ortopédicos:
- Recomendación y ajuste de ayudas técnicas como bastones, férulas o dispositivos ortopédicos para apoyar las articulaciones y reducir el estrés sobre ellas durante las actividades diarias.
- Programa de manejo del peso y nutrición:
- Consejos sobre el control del peso corporal para reducir la carga sobre las articulaciones afectadas.
- Educación sobre una dieta equilibrada y nutritiva para apoyar la salud articular y general.
- Seguimiento y ajustes regulares:
- Evaluación periódica del progreso del tratamiento y ajustes según sea necesario para adaptarse a los cambios en la condición del paciente.
Es esencial que el tratamiento fisioterapéutico sea adaptado individualmente, considerando la ubicación de las articulaciones afectadas, la gravedad de los síntomas y las metas específicas de tratamiento del paciente. Trabajar en colaboración con un fisioterapeuta especializado en condiciones musculoesqueléticas puede ayudar significativamente a mejorar la calidad de vida y la capacidad funcional de las personas con artrosis y artritis